La primera civilización que consumió la panceta fueron los persas. Entre tres, agarraban al "gorrino" y lo mataban a bocaos. Descubrieron que la parte más rica del chancho era la que hoy conocemos como panceta. Aunque había una minoría que prefería la parte del jamón. Por supuesto, fueron ejecutados por herejes.
Los romanos fueron un pueblo que consumía panceta como alimento básico de su nutrición. Por ello, fueron capaces de hacerse con el control de media Europa. Sin embargo, hacia el siglo V de nuestra era, los cerdos escasearon excesivamente por su sobreexplotación. Este hecho supuso el fin del Imperio Romano de Occidente.
Las Cruzadas se realizaron por la panceta. El Cristianismo fue solo una cortina de humo. Después de casi 600 años sin probar el milagroso alimento de la panceta, el papa [inserte nombre] decidió asaltar la ciudad de Jerusalén en busca de cerdos, ya que los judíos no los necesitaban.
Hoy en día se sigue consumiendo la panceta en casi todos los rincones de la galaxia, aunque los judíos no la consumen (ya que ellos tienen prohibido por religión el cerdo). Diversas fuentes -de origen dudoso- indican que Adolf Hitler desarrolló su odio hacia los judíos por su "pancetafobia".
EL TOCINO ES LO MÁXIMO
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